Paulo
Freire es el padre de la educación popular y sus opiniones e investigaciones
defienden la importancia de los procesos personales para que la persona crezca
y evolucione y la idea de que no son tan importantes las notas como la
conciencia crítica.
Paulo
Freire aporta a la educación el
concepto de que formador y formando, educando y educador se alternan
continuamente. El autor insiste en la idea de que no es cierto que el
formador deposite conocimientos en el educando, sino que se realizan procesos
donde ambos crecen.
“Es
preciso que desde los comienzos del proceso (educativo) vaya quedando cada vez
más claro que, aunque diferentes entre sí, quien forma, se forma y re-forma al
formar y quien es formado se forma y forma al ser formado. Es en este sentido
como enseñar no es transferir conocimientos, contenidos, ni formar es la acción
por la cual un sujeto creador da forma, estilo o alma a un cuerpo indeciso y
adaptado.”
En
este sentido, el concepto de educación de Freire no rechaza las evaluaciones,
sino que propone un tipo de evaluación que considera al ser humano
como un todo complejo y lo hace mejorar y ser protagonista de sus evoluciones,
no un ser reprimido que busca satisfacer a los demás:
“Los
sistemas de evaluación pedagógica de alumnos y de profesores se vienen
asumiendo cada vez más como discursos verticales, desde arriba hacia abajo,
pero insisten en pasar por democráticos. La cuestión que se nos plantea, en
cuanto profesores y alumnos críticos y amantes de la libertad, no es,
naturalmente, ponernos contra la evaluación, a fin de cuentas necesaria, sino resistir
a los métodos silenciadores con que a veces viene siendo realizada. La cuestión
que se nos plantea es luchar en favor de la comprensión y la práctica de la evaluación en cuanto instrumento de apreciación
del quehacer de sujetos críticos al servicio, por eso mismo, de la liberación y
no de la domesticación.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario