"Vendía refrescos en la
playa a los turistas. Me levantaba temprano y llegaba a casa ya de noche. Eran
jornadas agotadoras para ganar unos pocos reales", explica Augusto, un
joven brasileño de 14 años que lleva trabajando desde los 10 para ayudar a su
familia a sobrevivir. Hoy Augusto tiene otra vida.
Estudia en uno de los
colegios salesianos de Brasil para ser electricista. "Nunca imaginé que
pudiera estudiar y que pudiera elegir yo mi profesión. Antes pensaba que mi
vida siempre sería una basura, pero hoy sé lo que quiero y tengo una
meta", añade el joven.
Anderson se levantaba a las
seis de la mañana de lunes a domingo para trabajar en el mercadillo, Jefferson
trabajaba más de doce horas cada día arreglando zapatos, Rayane vendía comida
en el restaurante de su tía... Niños y niñas sin infancia, pero que hoy tienen
una segunda oportunidad gracias a los misioneros salesianos que trabajan para
dar un futuro a los miles de menores que se ven obligados a trabajar.
Es lo que hacen con el
programa Aprendices en Brasil, pero también en muchos otros países del mundo se
enfrentan a esta realidad y trabajan para que los niños, niñas y jóvenes se
conviertan en protagonistas de su futuro.
Más de 168 millones de niños
y niñas trabajan en el mundo. "Una cifra que se ha reducido en los últimos
años, pero con la que no podemos estar satisfechos", explica Ana Muñoz,
portavoz de MISIONES SALESIANAS. Las causas del trabajo infantil son, entre otras,
la pobreza, la falta de educación, la desestructuración familiar, la
tradición... Los niños y niñas son mano de obra barata por la que se paga
menos.
"Además, son
trabajadores silenciosos porque desconocen sus derechos y difícilmente se
revelan", apunta la portavoz de MISIONES SALESIANAS.
Las consecuencias para los
menores son muchas. Las largas jornadas, los pesos que tienen que acarrear...
producen malformaciones y enfermedades crónicas en cuerpos que no están
preparados para ello, baja autoestima e, incluso, caen en depresión. "Son
niños y niñas tratados como adultos en miniatura a los que no se les permite
vivir su infancia con alegría", explica Muñoz.
En el Día contra el Trabajo
Infantil, que se celebra hoy, desde MISIONES SALESIANAS queremos recordar que
el lugar de los niños y niñas es la escuela y pedimos a la comunidad
internacional que se comprometa para acabar con el trabajo de los más pequeños.
MISIONES SALESIANAS.
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