Se cuenta que en una
ciudad del interior, un grupo de personas se divertían con el “tonto del
pueblo”, un pobre infeliz de poca inteligencia, que vivía haciendo pequeños
recados y recibiendo limosnas.
Diariamente, algunos
hombres llamaban al “tonto” al bar donde se reunían y le ofrecían escoger
entre dos monedas: una de tamaño grande de 50 céntimos y otra de menor
tamaño, pero de un euro .Él siempre tomaba la más grande y menos
valiosa, lo que era motivo de risas para todos.
Un día, alguien que
observaba al grupo divertirse con el inocente hombre, lo llamó aparte y le
preguntó si todavía no había percibido que la moneda de mayor tamaño
valía menos y éste le respondió:
- Lo sé señor, vale
la mitad, pero el día que escoja la otra, el juego se acaba y no voy a ganar
más mi moneda.
Esta historia podría
concluir aquí, como un simple chiste, pero se pueden sacar varias
conclusiones:
La primera: Quien
parece tonto, no siempre lo es.
La segunda: ¿Cuáles
son los verdaderos tontos de la historia?
La tercera: Una ambición
desmedida puede acabar cortando tu fuente de ingresos.
La cuarta, y la conclusión
más interesante: Podemos estar bien, aun cuando los otros no tengan una buena
opinión sobre nosotros. Por lo tanto,
lo que importa no es lo que piensan los demás de nosotros, sino lo que uno
piensa de sí mismo.
MORALEJA
'El
verdadero hombre inteligente es el que aparenta ser tonto delante de un tonto
que aparenta ser inteligente'...
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sábado, 27 de julio de 2013
FÁBULA DEL TONTO
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