«La Regla de Kiko» es una
guía elaborada por el Consejo de Europa para ayudar a los padres y educadores a
explicar a los niños dónde otras personas no pueden tratar de tocarles, cómo
reaccionar y a quién dirigirse en ese caso:
1. Tu cuerpo es tuyo
Los niños tienen que
aprender que su cuerpo es suyo y les pertenece, por tanto nadie puede tocarles
sin su permiso. Desde una edad temprana pueden aprender que existen «partes
privadas del cuerpo». Utilizando los nombres correctos para los genitales y
otras partes les ayudará a saber lo que no está permitido.
2. Buenas y malas formas de
tocar. Se les debe enseñar a identificar cuándo no está bien que alguien
mire o toque sus partes privadas o que les pidan que hagan algo a otra persona.
3. Secretos buenos-malos. Las
personas que cometen abusos sexuales utilizan como táctica los secretos. Por
eso, es primordial mostrar a los niños que hay secretos buenos y malos y, en
este caso, contarlo a un adulto.
4. Las responsabilidades del
adulto. Los adultos deben estar atentos y ser receptivos a los
sentimientos y comportamientos del niño.
5. La red de seguridad de
los niños. Muchas veces los depredadores sexuales son personas conocidas
por el niño, lo que le hace muy difíciles comprender que esa persona puede
abusar de él. Debemos acostumbrarles a que informen a su padres o cuidadores de
la existencia de alguien que les hace regalos, que les pide que mantengan un
secreto...
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