viernes, 31 de enero de 2014

SAN JUAN BOSCO, PATRÓN DE LA FORMACIÓN PROFESIONAL

El día 31 de enero se celebra la festividad de San Juan Bosco, iniciador decidido de los talleres profesionales que permitían a los jóvenes tener un trabajo y construir su futuro.

Juan Bosco, nace en Italia, cerca de Turín en 1815. De chico trataba de divertir a sus compañeros para ayudarles luego a rezar. Ya sacerdote vive en el Turín de 1841 los efectos de la llamada revolución industrial. Le duele el ver a los jóvenes en la cárcel: “Si hubieran tenido una mano amiga que les hubiera ayudado”… Para evitar esa situación inicia los primeros Talleres Profesionales de encuadernación, imprenta, zapatería, sastrería.

Hoy día de San Juan Bosco, patrón de la Formación Profesional, es un buen día para reflexionar un poco sobre el presente y el futuro de la Formación Profesional en España.

 El artículo titulado “La FP quiere hacerse mayor” de Marce Redondo,  reflexiona sobre la imperiosa necesidad de la Formación Profesional de convertirse en la puerta de acceso preferente al empleo. La tan necesaria creación de empleo pasa por que los nuevos proyectos empresariales encuentren, tanto la financiación necesaria, como los profesionales preparados para llevarlos a cabo. Por parte del gobierno deberían hacerse los mismos esfuerzos que se están realizando para reflotar el sistema financiero, para apoyar y recuperar la tan desprestigiada Formación Profesional. ¿De qué servirá disponer de crédito sin el talento necesario para utilizarlo y generar valor? Sería como regar un campo yermo. El artículo de Marce Redondo cita un dato bastante clarificador al respecto, según la UE se espera que en 2020 el 85 % de los puestos de trabajo requieran, al menos, ese nivel de formación.

El Sistema de Formación Profesional en España no ha conseguido nunca quitarse la etiqueta de “patito feo” dentro del Sistema Educativo. Esta Formación siempre ha sido percibida como “Plan B”, como segunda opción, destinada para aquellos estudiantes “que no valían”. Este tipo de etiquetas sociales, unido a la falta de entendimiento entre la FP y el mercado productivo, han lastrado sobremanera las potencialidades generadoras de empleo de este tipo de formación. Los motivos por los que la Formación Profesional no produce el resultado esperado son varios: Falta de entendimiento político en su diseño e implantación, excesiva rigidez y falta de adaptación a las necesidades de las empresas, la existencia de un tejido empresarial poco propicio, formado mayoritariamente por autónomos y micropymes, una legislación laboral y una picaresca empresarial más dada a la rotación que a la promoción interna de sus trabajadores, etc.

Que este día de San Juan Bosco patrón de la Formación Profesional, nos sirva en primer lugar para vivir la alegría del carisma salesiano ante la vida y en segundo lugar para pensar sobre la proyección de la formación profesional en los jóvenes.

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