La Orientación Profesional se ha convertido a lo largo de los últimos años en la puerta de entrada a las políticas activas de empleo. Como disciplina existe desde hace muchos años en otros países, como EE.UU.
Se tiene constancia de que hoy en día la función orientadora y formadora en el mundo laboral, no es tarea valorada a pie de calle, pues se considera como algo burocrático que viene establecido desde las instituciones oficiales, frente a lo que podía ser una tarea generadora de compromiso, estimulación, innovación y relaciones personales y laborales.
Convertirla en una disciplina respetada por la sociedad es una labor de todos/as, pero fundamentalmente de las Administraciones Públicas, ya que una buena consideración de ella repercutirá directamente en la calidad de las políticas de empleo en su conjunto.
Ante la dificultad de acceso al empleo cada vez más complejo y competitivo, la Orientación Profesional y Laboral se erige como uno de los grandes apoyos para el/la demandante de empleo (trabajador/a desempleado/a o trabajador/a en activo), facilitándoles el camino hacia aquellos puestos para los que está capacitado/a.
Se trata de un proceso a través del cual, la persona es guiada por personal técnico que motivará, facilitará el desarrollo de habilidades, proporcionará herramientas e información y ayudará en la planificación de acciones de búsqueda activa de empleo. En definitiva, se presentará ayuda a los/las demandantes, en cuanto a definición de objetivo personal, tendencias del mercado laboral, recursos para la búsqueda de empleo, asesoramiento para la elaboración de la carta de presentación y del currículo y preparación para una entrevista de trabajo e información de la oferta formativa del momento.
De aquí que la valoración de los recursos existente en la Administración Andaluza para la orientación e inserción laboral en personas mayores de 45 años, sea altamente valorado al llevar consigo un Itinerario Personalizado de Inserción (IPI), es decir, un plan de trabajo que, paso a paso, se define y desarrolla para mejorar la empleabilidad de la persona.
A través de los IPI, las personas conocen todos los procedimientos disponibles para acceder a los programas de inserción, existiendo la posibilidad de ser integrada en cualquier actividad que se considere oportuna.
Al margen de la posible contribución como ayuda personal y profesional al demandante de empleo, el Itinerario Personalizado de Inserción permite dar coherencia a la utilización de los distintos recursos que desde el Servicio Andaluz de Empleo se ofrecen. El desarrollo de los itinerarios se convierte así en "la puerta de entrada" a todas las políticas activas de empleo de Andalucía. Los IPI no son un concepto metodológico, sino que son el marco de procedimiento de las políticas activas de empleo.
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