lunes, 16 de mayo de 2016

REINVENTAR LA EDUCACIÓ (II). "El diálogo como camino necesario para la humanización de la vida humana"

Como estos pequeños articulitos intentan ser periodismo digital según la excelente calidad de Religión Digital, seré muy breve en mi tratamiento de Pensamiento Complejo y de Bioética Global en Reinventar la educación.

Terminaré, presentando el diálogo como el gran reto y el camino necesario hacia el pensamiento complejo y la bioética global, tan vitalmente necesarios a nuestro mundo y realidad planetaria de hoy.

Hace años que yo estoy interesado, muy interesado, en la complejidad de lo real en general y en lo complejo de la vida humana, de mi vida diaria y de mi relación existencial con otros y con otras, en particular.

Ese interés, aunque real y habitual, sin embargo era pobre e incompleto hasta leer y releer Reinventar la Educación. Todo el libro es un exitoso esfuerzo en busca de lo real en general y de la vida humana en particular; entendiéndolo todo de la manera más plena, completa, orgánica y contextualizada posibles, sin dejar nada fuera de su comprensión inteligible y de sus reales y actuales cadenas de relaciones.

Eso es Pensamiento Complejo y así lo describen y proponen Edgar Morin y Carlos Delgado en Reinventar la educación: ̈Requerimos un pensamiento que una y contextualice, un pensamiento complejo que reconozca y asuma el desafío de la complejidad, que no es otra cosa que el desafío de comprender lo que está entretejido, la trama de que formamos parte ̈ (p. 65).

En Reinventar la educación, pensamiento complejo y bioética global están permanente e indisolublemente unidos en su esfuerzo común por entender racionalmente y promover apasionadamente la vida humana: ̈Esa sabiduría (pensamiento complejo con bioética) problematiza la sabiduría y reconoce el estrecho vínculo entre la razón y la pasión, la totalidad del mundo espiritual de los seres humanos, puesto que no existe pasión sin razón. Significa entonces, restaurar lo concreto, lo afectivo, lo singular de nuestras vidas, la poesía y las solidaridades concretas, mundalizar la solidaridad planetaria y la comprensión, el sentido de pertenencia a nuestras comunidades y a la comunidad planetaria de la Tierra-Patria ̈ (p. 113).

Por todo lo anterior, Edgar Morín y Carlos Delgado terminan su complejo y bioético esfuerzo al proponernos, en Reinventar la educación, una digna y muy humana y humanizadora manera de pensar, vivir y convivir: ̈Reinventar significa enlazar la ciudadanía con la transformación de la política y las reformas del pensamiento y la enseñanza; fundir en una las reformas del pensamiento, la enseñanza, la política y la vida ̈ (p. 115).

A lo largo de esta obra y de todas sus obras, Edgar Morín y Carlos Delgado insisten, al igual que Paulo Freire, en el diálogo como camino necesario para lograr esta compleja reforma, transformación, revolución, metamorfosis y humanización de la vida humana, en toda su riqueza, complejidad y creativa diversidad: ̈El gran reto consiste en abrirnos a un diálogo de saberes..., el diálogo entre ellos..., un diálogo fundamental que supere el divorcio y la incomunicación actuales..., un diálogo que enfrente las di- cotomías y los aislamientos, fomente la actitud para contextualizar y globalizar, y desplegar las capacidades para plantear y resolver problemas, y alcanzar el pleno empleo de la inteligencia para organizar los conocimientos en formas inter-, multi- y trans- ... ̈ (p. 63, p. 102, p. 113 y p. 58)

Paulo Freire también fue promotor y practicante habitual del diálogo de saberes: ̈El camino para nuestros proyectos fue siempre el del diálogo. A través del cual se iba conociendo progresivamente la realidad, puesta en análisis, en discusión, en evidencia, nunca previamente establecida ̈ (Educación y Actualidad Brasileña, p.22, Siglo XXI, 2001).

Edgar Morin, Carlos Delgado y Paulo Freire están presentes, muy presentes, en la humana, humanizadora, planetaria, compleja, bioética y dialógica propuesta del Papa Francisco en Laudato Si: ̈...entrar en un diálogo orientado al cuidado de la naturaleza, a la defensa de los pobres, a la construcción de redes de respeto y fraternidad; un diálogo abierto y amable; avanzar en un camino de diálogo... ̈ (Laudato Si, p. 154, BAC, 2015)

Ante tan fértiles, productivos y humanizadores enfoques y propuestas de vida real y actual:

a) ¿seguiremos, sin dialogar, compleja y bioéticamente, enfrascado(a)s, enredado(a)s y entretenido(a)s en infértiles, estériles, complicadas e improductivas controversias e intercambios ideológico verbales, verborrea contaminadora, sobre

b) inertes ideas, sin vida real ni actual en ellas, materialistas unas e idealistas, las otras?

¿Seguiremos, sin aceptar ni dejar crecer en nosotros, ni personal, ni comunitaria, ni planetariamente, las fértiles y productivas semillas de Humanidad que la vida diaria va depositando en cada uno y cada una de nosotros(a)s?

Optemos existencial, decidida, radical y planetariamente a favor de la vida, de la vida real y actual, de la vida nuestra y de la vida de los y las demás: ¡no nos arrepentiremos...!

Hoy mismo, ya, ahora mismo, aquí, empecemos nuestro caminar, personal y comunitario, local, global y planetario, hacia una manera nueva, humana y humanizadora, vital, política y ecológica, de pensar, de vivir, de convivir y de obrar: ¡ lo lograremos y nos alegraremos...!


P. Román Espadas sj. RD 7/5/2016

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