Desde el pasado lunes la
Junta de Andalucía ha empezado a repartir desayunos y meriendas a los niños
escolarizados de los colegios públicos, que se beneficiarán de un decreto de
medidas extraordinarias y urgentes para la lucha contra la exclusión social,
que comienza por las denominadas «Zonas de Transformación Social» y prevé
llegar a 50.000 niños cuando esté totalmente implantado. Medida que también va
a poner en marcha la Generalitat de Cataluña y algunas comunidades autónomas
más.
El tema, desde mi punto de
vista es de total indignación. Ya que esto suena a tiempos pasados y no muy
lejanos. Pues no me digan Uds., que después de 31 años gobernando Andalucía,
aquellos que criticaron estas prácticas de regímenes anteriores, hoy son ellos
las que las practican. Estos que predican la igualdad social de la caridad
política.
Podíamos preguntarnos, ¿qué
han hecho durante todo este tiempo que han gobernado? Que han hecho durante
este tiempo que es el mismo más o menos
que el del anterior régimen que, resulta que el Estado debe complementar las
comidas de 50.000 niños –según declaración oficial– para que no pasen hambre.
Están orgullosos de generar programas públicos de alimentación infantil, cuando
eso debería ser causa de la mayor deshonra social, política, ética de la España
que no la iba a conocer “ni la madre que al parió”.
Señores políticos, Uds. no
deben de dar de comer a esos niños, Uds. lo que deben de hacer es dar trabajo a
los padres de esos niños, para que esos padres se sientan orgullosos de
alimentar a sus hijos.
El problema no es dar de
comer a estos niños, el problema es atacar este sistema capitalista que en
pleno siglo XXI, está creando esta injusticia social tan tremenda, y que Uds.
no son capaces de afrontar. El problema es la corrupción política, que Uds. han
generado.
El problema es que Uds.
están recortando el estado de bienestar que durante muchos años la sociedad
española ha ido creando para el beneficio de todos y no solamente para el
beneficio de Uds.
Es urgente una regeneración
política, en todos los aspectos, pero especialmente de la clase política, ya.
Donde el político esté al servicio del pueblo, tenga el tiempo limitado en esta
actividad y no se convierta en la manera de vivir de ellos. Pues la permanencia
de ellos durante mucho tiempo en la política ya sabemos a dónde nos llevan.
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