No existe una fórmula
mágica, ni única, que dé respuesta a las preguntas que se plantean los padres
para acertar en la elección, pues al final es una decisión personal de cada
familia. ¿Cuál es el mejor colegio? ¿El que obtenga los mejores resultados de
los alumnos en pruebas de conocimiento en 6º de Primaria o en Selectividad?
¿Uno bilingüe? ¿Uno religioso o uno laico? ¿El que esté más cerca de casa? ¿El
que tenga menos alumnos por clase?
¿Es el mejor colegio para mi
hijo?
Antes de resolver todas esas
dudas, algunos expertos aconsejan plantearse otra prioridad, como explica Jorge
Casesmeiro, director de Psicopaidos y asesor del Colegio de Pedagogos de
Madrid: «Para enfocar bien la elección, antes que pensar en "el mejor
colegio" preguntémonos si es "el mejor colegio para mi hijo".
Los "rankings", instalaciones, idiomas... son una información que
puede condicionar, pero nunca determinar la elección. Si uno conoce a su hijo,
le quedarán más claros los factores más relevantes para su formación».
Sin embargo, ¿cómo acertar
en la elección antes de esa edad, a los tres años, que es cuando la mayoría de
los niños son escolarizados en España? «A esa edad, es difícil tener en cuenta
las características de nuestro hijo, pues el pequeño aún se está
desarrollando», afirma Carmen Guaita, maestra de Primaria y vicepresidenta
nacional del sindicato de profesores ANPE.
Las prioridades para esta
docente a esas edades tan tempranas obligan a una profunda reflexión. «Los
padres tienen que plantearse una meta. No se trata de que sea cirujano o
abogado, sino que debemos tener una visión final e integral de la persona en la
que queremos que se convierta, de los valores y capacidades que queremos que
posea. Para algunos puede ser más importante que al final del proceso educativo
su hijo tenga un conocimiento profundo de varios idiomas, para otros que posea
unos valores religiosos como la solidaridad y la generosidad, para otros que su
hijo esté integrado en la sociedad real, que sea una persona que aporte valores
a esa sociedad».
Uno de los puntos de partida
para aclarar las ideas es, según Carmen Guaita, que los padres hagan un proceso
de reflexión sobre cómo se imaginan a su hijo de adulto, cómo quieren que sea.
«De esta forma, podrán determinar si desean que estudie con la élite, si
prefieren que esté en un entorno adaptado a su situación, o si optan por que
esté en una burbuja que no se corresponda con su realidad —con lo que se corre
el riesgo de que sea el pobre en un colegio de ricos, y lo que ello supone—, si
quiere que su formación sea religiosa o no...».
No hay que dejar de olvidar
que el colegio proporcionará al alumno calidad de vida y autonomía. Por eso, el
horario lectivo, el desplazamiento hasta el centro o las actividades
extraescolares facilitarán descanso, tiempo de estudio y de ocio... «Si ir al
cole supone dos horas de ruta al día, hay que pensar si merece la pena que el
niño invierta ese tiempo, porque le puede privar de otras cosas», dice Guaita.
Visitar varios centros
El clima que se respira en
el centro es otra de las prioridades para esta profesora: «Recomiendo a los
padres que visiten con naturalidad varios colegios y no solamente se fijen en
las instalaciones, el comedor, el polideportivo o las aulas. Deben recoger una
visión del clima del centro: si está decorado con los trabajos de los alumnos,
las actividades no lectivas que ofrece, cómo es la relación de padres y
profesores, cómo funciona la asociación de padres y alumnos, fijarse en cómo
salen los niños del centro, la despedida entre alumnos y profesores, si hay
flexibilidad de horario para hablar con el tutor cuando surge un problema...».
Cada detalle cuenta, «hasta qué pasa en el recreo después de comer, quién
vigila a los niños...». En su opinión, pesan más estas particularidades que
«dejarse llevar por los "rankings", ya que puede ser peligroso,
porque no se conoce toda la verdad. Los "rankings" son solo un
instrumento más».
El pedagogo Jorge Casesmeiro
también ofrece una serie de pistas a considerar en la elección: «Es muy
importante el compromiso real del centro por una formación integral del alumno:
a nivel intelectual (aprender a pensar y expresarse: entender el mundo y buscar
la verdad), ético (responsabilidad, respeto, tolerancia), estético/afectivo
(sensibilidad, motivación, conocimiento interior) y con sentido de
trascendencia (apertura a cuestiones de fondo, espiritualidad, ya sea
religiosa, laica o aconfesional). En términos de didáctica: metodologías
activas, que estimulen la exploración y la iniciativa, el gusto por pensar,
aprender y participar, por aprender de los errores; trabajar en grupo».
Público, privado o
concertado
La mayoría de los padres
comienzan por establecer si quieren un colegio público, concertado o privado.
«Quizá la crisis sea una buena oportunidad para que los padres que nunca
pensaban en la oferta publica comprueben la buena calidad de esta enseñanza
—añade Carmen Guaita—. Si tienen cerca un colegio público, les recomendaría que
se acerquen a conocerlo para ver sus dotaciones, conocer al profesorado... Los
colegios bilingües concretamente funcionan de maravilla. No se puede descartar
esta opción solo por el hecho de ser una enseñanza pública».
Estos centros son
gestionados por la Administración, por eso se garantiza la gratuidad de sus
servicios. Cuando las plazas ofertadas son escasas se activa un proceso de
selección de solicitudes de ingreso. Cada Comunidad autónoma tiene potestad
para fijar sus propios criterios y los puntos que asignarán al alumno. En la
Comunidad de Madrid han sido recientemente modificados.
Los colegios concertados son
centros privados que disfrutan de subvenciones públicas, por lo que el coste de
las matrículas es inferior al de los privados. Es un modelo intermedio entre la
enseñanza pública y privada. Por lo general, solo suelen estar subvencionados
los niveles obligatorios (segundo ciclo de Educación Infantil, Educación
Primaria y ESO), pero los padres deben financiar el coste de los servicios como
transporte escolar, comedor, clases de refuerzo, actividades extraescolares,
etc. Se concierta un determinado número de aulas en cada colegio aunque es
habitual que el acuerdo afecte a la inmensa mayoría de las aulas.
«En los centros privados el
modelo de educación es financiado por los padres de los alumnos y están
autorizados para implantar un ideario de enseñanza propio, siempre que se
ajusten a las exigencias que marca la ley. También tienen libertad para
establecer sus normas de admisión», asegura Julio Ros, director de
publicaciones de Infoempleo.com que edita la guía Dices de los mejores colegios
de España.
Enseñanza de calidad
Tanto si se decanta por una
opción u otra, lo importante es poder dar a su hijo una enseñanza de calidad.
Pero, ¿cómo determinarla? Los expertos en la materia recomiendan que los padres
busquen referencias directas del centro que les interese. Para ello, pueden ir
a la salida de clase y preguntar a los padres de alumnos las cuestiones que más
le inquieten y, posteriormente, concertar una entrevista con los responsables o
profesores del centro para profundizar en aquellos asuntos de los que necesite
más información. No obstante, algunos colegios celebran «jornadas de puertas
abiertas» para que los padres vean el centro en pleno funcionamiento y
resuelvan sus dudas «in situ».
Según Carmen Guaita, la
calidad de un centro se determina por una serie de indicadores «cómo son los
proyectos que desarrolla, su innovación, los idiomas que imparte, la
posibilidad de intercambio de alumnos con otros centros, incluso en el
extranjero, la amplia capacidad de las aulas de informática, la importancia que
se concede al deporte...».
Bien es cierto que una de
las «guías» que utilizan muchos padres es valorar los resultados que han
obtenido los alumnos del colegio en Selectividad, el número de aprobados.
También puede informarse en la Asociación de Padres de Alumnos que tenga el
centro.
Respecto a la cualificación
del profesorado, añade que «su calidad es una cuestión que no se puede poner en
duda porque los docentes, ya sean de centros públicos, concertados o privados,
están muy preparados para desarrollar su trabajo».
Perfil del alumnado
Conocer el perfil del
alumnado también puede ofrecerle pistas para saber con quién compartirá las
clases su hijo codo con codo. Debe saber si hay niños extranjeros, su
procedencia, y el ratio de niños por clase.
Instalaciones
No pase por alto las
instalaciones, que deben estar cuidadas y adaptadas para los más pequeños como,
por ejemplo, los cuartos de baño, adecuados al tamaño de los más pequeños.
También es importante que se fije en el número de laboratorios, en las aulas de
informática, la biblioteca, el salón de actos, las instalaciones deportivas, en
si el comedor tiene cocina propia o no, si dispone de servicio de guardería,
rutas escolares, así como actividades extra escolares, programas para el verano,
si cuenta con un gabinete médico permanente o de enfermería o cómo funciona el
departamento de orientación educativa.
Sea cual sea su opción, lo
importante es que recabe información suficiente sobre los centros que está
barajando y tenga en cuenta que en los colegios privados podrá presentar
cuantas solicitudes desee, mientras que en los públicos y concertados se
entrega una única instancia en el colegio elegido.
Diario ABC. M.J. PÉREZ-BARCO/ L. PERAITA Día 26/04/2013
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