Como ya he reflexionado y
dejado constancia por varias veces en el blog; creo que la crisis que padecemos
no es económica ni social, esto sólo son sus síntomas. Las causas,
los orígenes de esta situación, son más profundos, y afectan a los principios y
valores que durante las últimas décadas hemos ido aceptando. Quisimos
construir una torre de Babel en apariencia perfecta, pero en esencia
vacía, quisimos hacerla tan alta como fuera posible, pero olvidamos construir
buenos cimientos que la sustentaran, y quisimos, además, acabarla cuanto antes
mejor, y al final todo se vino abajo. Y, todo ello ha sido así, por que se nos
olvido actuar de una forma ética ante nosotros mismo.
Ahora bien, si esta crisis
es ética, quizás la educación tenga que asumir una parte de responsabilidad en
la situación que ahora padecemos. Y digo esto, por que posiblemente hemos
convertido la educación en una mera transmisión de conocimientos y lenguas;
pero olvidándosenos la transmisión de principios y valores como formación
integral de la persona.
Creo en la educación.
Creo en el papel transformador de la educación. Creo en la educación como
herramienta de progreso y de cambio. Y por ello creo que a través de la
educación conseguiremos reconstruir nuestro incierto futuro.
Es tiempo de
aprender de los errores. Es tiempo de hacer educación de otra forma, con otros
objetivos, con otras intenciones, con otras metodologías. Es tiempo de crear
unos nuevos cimientos para una nueva sociedad. Es tiempo no sólo de llenar de
conocimientos en esta época del conocimiento; sino es tiempo de volver a una
escuela de crecimiento y transformación que experimentamos cuando aprendemos,
cuando aprendemos de verdad, cuando crecemos, cuando maduramos, cuando aquello
que entendemos lo incorporamos y nos transforma y nos convierte en personas
distintas, mejores, más felices. Una educación en principios y valores éticos y
morales que despiertan en nosotros ese infinito potencial de crecimiento que
se esconde en cada uno de nosotros. Potencial que nos debe de ayudar además a
vencer nuestras limitaciones y nuestros miedos con un poco de confianza, de fe
en nosotros mismos.
Habrá crisis hasta que haya
ética. Habrá crisis hasta que no existe una educación en principios y valores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario