Las prácticas que estoy
realizando dentro del Máster en Gestión de RR.HH y Organizaciones, me están llevando
a revisar las funciones del director de centros educativos. Después de una
revisión minuciosa de sus funciones, creo que una de las dimensiones cruciales
en el ejercicio de sus funciones, debe ser la de ejercer liderazgo
administrativo hacia el logro de la visión de la institución.
El liderazgo administrativo
es uno de los más grandes retos a los que se enfrentan los directores de
centros educativos en el ámbito educativo del Siglo XXI. Esta es una gestión
única, ya que carga la responsabilidad compleja de transformar el sistema
educativo en una organización ágil y dinámica que logre los resultados
esperados de acuerdo con los estándares de calidad establecidos por la misma
institución. El movimiento hacia una administración más autónoma y
descentralizada ha llevado a los directores a adquirir una mayor injerencia en
las funciones gerenciales de la institución, gestiones que en el pasado se
realizaban en los niveles centrales del sistema educativo. Por consiguiente, es
necesario que el director, como líder administrativo, continúe con su
desarrollo profesional y se prepare con una serie de técnicas y prácticas que
sean útiles para enfrentarse a los nuevos retos que le presenta la
administración educativa en la época actual.
El liderazgo administrativo
en este nuevo paradigma plantea la transformación de los centros educativos en
comunidades donde todos los miembros participan constructivamente en la toma de
decisiones. El centro educativo del nuevo siglo habla de comunidad de
aprendices, participación colaborativa y toma de decisiones compartidas en
todos los aspectos educativos, habla de apoderamiento de los maestros y de los
estudiantes, de trabajo en equipo, autonomía, y sobre todo, de una nueva forma
de llevar a cabo las gestiones administrativas en las escuelas. El director tiene
ante sí el gran reto de cultivar efectivamente la comunicación a través de su
crecimiento personal y profesional, cobrando conciencia de que la comunicación
es esencial para establecer los lazos de colaboración necesarios para mantener
el desarrollo continuo en los centros educativos.
El director de centro
educativo, como líder administrativo tiene que estar preparado para asumir los
nuevos roles y los nuevos retos que los cambios de paradigma han creado en la
administración educativa; pero sobre todo, el director debe entender que su
capacidad como líder dependerá en gran medida de la forma en que lleve a cabo
las gestiones administrativas. Sin la capacidad para ser un buen administrador,
tampoco podrá llevar a cabo las tareas que se requieren en las otras
dimensiones en el ejercicio del liderazgo. Con una buena capacidad
administrativa podrá llevar a cabo el liderazgo estratégico, el liderazgo
comunitario y el liderazgo didáctico. Por tal razón, deberá hacer todo lo que esté
en sus manos para destacarse como un buen líder administrativo. De esta forma,
el director tendrá todo el respaldo de los compañeros de la comunidad de
aprendizaje y se reconocerá como un líder participativo, eficiente, justo, y
sobre todo, exitoso.
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